Conocé a Mary: la vecina de El Palomar que pinta destacados retratos realistas de animales

En el Oeste está el agite pero también está el arte. Y en el Palomar una vecina lleva adelante un emprendimiento que ya es furor entre los vecinos de la zona, Morón, Haedo y Ramos Mejía. “Dibujo desde chiquita y siento que es un don porque no tengo formación académica en esto”, comentó Mary en charla exclusiva con Viví el Oeste. Ella se definió como una autodidacta que comenzó haciendo retratos de gatos por su fascinación con los felinos.

Ella tiene 55 años y desde chica se metió en el mundo del dibujo y la pintura. Actualmente sus trabajos los realiza en acrílico pero tiene una larga trayectoria detrás que la sustenta. “Paso muchas horas de sentarme a pintar y a trabajar experimentando con los materiales para hacer mis trabajos”, reveló Mary. Su amor por esto la llevó desde dibujar comics hasta pintar tortas para decorar.

El trabajo específico para vender en ferias comenzó cuando diseñó aritos de gatitos. La primera feria a la que asistió como vendedora fue la de la plaza de Ciudad Jardín y el crecimiento fue tal que llegó a vender sus trabajos en dos muy conocidas: Morón y Mataderos. Actualmente se distingue por pintar cuadros, mates y llaveros.

El secreto de su trabajo, según revela, está en las horas de trabajo y en el desarrollo del poder de observación. “Llevo muchos años de dibujo acumulado porque hay que educar, mediante la práctica, el talento que uno tiene”, reveló. Eso es lo que le permite darle un toque único a sus trabajos para distinguirse de otros: “Yo no hago una copia tal cual de la foto sino que hago una interpretación personal manteniendo la esencia del animal”. Hasta que el cliente no de el visto bueno, ella sigue trabajando para lograr el mejor resultado posible.

La pandemia: un momento bisagra que terminó ayudando

Hace casi un año el país se paralizaba por el inicio de una cuarentena que fue mucho más larga de lo imaginado. Uno de los sectores más golpeados por este tema fue el de las ferias y muchos artesanos y artistas tuvieron inconvenientes para salir adelante. Sin embargo Mary encontró, dentro de la crisis una oportunidad para expandir aún más su trabajo. Gracias a las redes sociales amplió su púbico y hoy le llegan pedidos hasta de Nueva York.

“Pude capitalizar la pandemia porque antes con las ferias tenía un alcance barrial pero ahora las redes sociales permiten llegar a más gente”, revelo la artista. Al momento de la charla tenía más de 10 pedidos del exterior y eso generó que ella, junto a su hija que trabaja en la difusión del emprendimiento, se involucrarán en el estudio de las logísticas del Correo. “No me imaginaba esto que se terminó dando solo pero implica estar 24/7 laburando porque es lo que me permite darle de comer a mis hijas”.

A diferencia de su trabajo en las ferias, dónde ponía mercadería que funcionaba como “batalla” para captar la atención del cliente, los pedidos actuales son más personalizados. Su hija le maneja las redes sociales y la ayude a difundir sus obras para llegar a más gente. “El flujo de laburos que tengo ahora no los tenía antes de la pandemia”, aseguró la mujer. Además durante el proceso está en permanente contacto con el cliente para obtener la mejor obra posible.

El futuro es un gran interrogante ya que, a pesar de que habilitaron las ferias, no se ve volviendo allí por lo poco redituable que sería. Mary comentó que fue un par de veces como visitante y que el caudal de público bajo respecto a la previa de la pandemia. Además encontró en estos trabajos personalizados para los clientes y en la difusión por redes, una veta para explotar lo que hace. “Si la persona que me encarga el trabajo ve a su animal a través de la obra, mi trabajo está hecho”, concluyó.