Familias de zona oeste buscan impulsar una Ley Nacional de altas capacidades intelectuales

En diálogo con Viví el Oeste, Micaela Fernández contó su caso: “Mi hijo tiene diagnóstico de altas capacidades intelectuales. Tiene 6 años. El año pasado rindió libre 2do grado. Este año está en 3er grado, pero no va más a la escuela”.

“Desde el sistema educativo nunca garantizaron sus derechos ni atendieron a sus necesidades.  Yo elevé quejas y denuncias tanto a inspección como a Defensoría del Pueblo y nunca recibí soluciones sino mera burocracia”, continuó.

Es por eso que este año decidieron desescolarizarlo “para evitar estrés y sufrimiento emocional tanto para nosotros como familia como para él ya que la pasamos todos muy mal el año pasado”.

Se entiende por niños con altas capacidades intelectuales a aquellos que presentan una capacidad de aprendizaje distinta, lo que los diferencia del resto de los niños de si edad. Los mimos tienen una capacidad intelectual superior al promedio.

En la actualidad, las familias explican que estos niños y adolescentes no son detectados en el ámbito educativo y tampoco hay profesionales especializados en realizar el diagnostico por lo que es la familia quien detecta la problemática y recurre a un profesional.

Los malos diagnostico provocan en los niños vidas escolares “con angustia, depresión o llanto, conductas disruptivas, con disimulo tratando de para inadvertidos para intentar ser incluidos con esfuerzos de sobre adaptación”.

La propuesta de los padres consiste en desarrollar programas de Detección coordinados por la escuela en conjunto con profesionales del área de salud; capacitación docentes y ampliación de los planes d estudios de docentes, psicólogos, pediatras, psiquiatras y demás profesionales de la salud que atiendan niños.

Otros puntos incluyen flexibilidad horarios y curricular, reducción de la burocracia para decidir una aceleración, generación de enriquecimiento en función de los intereses y no una carga d tareas y revisión de las estrategias implementadas.