Desde aquella tormenta del 2016 que produjo el hundimiento de una parte de la Avenida Palacios formando un cráter de grandes dimensiones, la indignación de los vecinos se acrecienta al ver como pasa el tiempo y la obra de reparación sigue paralizada.
Los vecinos de Ramos Mejía insisten en el pedido de reparación de la Av. Palacios
Después del no avance de obra, la calle se transformó en un lugar donde el agua circula y a la vez queda estancada. Hay que destacar que por allí pasa un fluvial del arroyo Maldonado que quedó al descubierto.
“Informar de todo lo concerniente a plazos sobre finalización de obras sobre la Avda. Palacios, recientemente aprobada la partida por parte de la Gobernación”, reza el pedido textual que los vecinos de Ramos Mejía le presentaron a la Intendente Verónica Magario en la reunión que tuvieron en el mes de diciembre.
En el paso de estos años se iniciaron obras pero luego se abandonaron. Nunca hubo una continuidad y un plan de acción que se sostenga en el tiempo para poder sanear el lugar. Si bien el municipio debe avanzar con los arreglos, empresas como Aysa y Gas natural también tienen implicaciones en el cambio de caños.
Lo cierto es que pasa el tiempo y ese inmenso cráter, que pasó a ser parte de la geografía cotidiana del barrio, no se repara. Los vecinos piden una intervención inmediata, que la obra no se detenga y que se pueda llegar a la solución deseada.
En uno de los intensos temporales de este año, la imagen de un auto que fue arrastrado por el viento y la lluvia cayendo al cráter gigante, da cuenta del estado de la situación y de la necesidad imperiosa de una solución.
En el mes de abril La Dirección General de Ingresos Públicos, a través de la Dirección de Recaudación del municipio dispuso que los vecinos de la zona sean eximidos del pago de la Tasa por Servicios Generales correspondientes a todo el 2018.