Esta artista del Oeste comenzó a pintar murales a los 17 años y desde ese momento no paró. Macarena Libertchuk, que firma sus trabajos como Mali, decidió llevar su trabajo y su talento por todo el Oeste. Actualmente vive en Ramos Mejía pero sus obras pueden apreciarse en Padua, Merlo, Ituzaingó y Merlo. Su idea es darle color a las paredes de los barrios.
Macarena Mali: la vecina de Ramos Mejía que le da color y alegría a las paredes del Oeste con sus murales
Colores brillantes y saturados que llaman la atención del transeúnte de manera inmediata. Las obras y murales de Macarena Mali se pueden encontrar en todo el Oeste y muchos vecinos la llaman para que les de vida a sus paredes. “Siempre intento saber cuál es la propuesta de la persona que me convoca y que hay alrededor de la pared que voy a pintar”, reveló la artista en charla exclusiva con Viví el Oeste.
Colores, tiempos y formas de trabajo
Macarena suele recibir llamados de vecinos y comerciantes que, tras la cuarentena, buscan darle un toque distinto a sus espacios. Ella puede trabajar con un encargo directo o también ir charlando con el cliente para buscar el mejor dibujo que se adecue al contexto de la pared. “Me gusta hacer figuras humanas, vegetación, animales y que todos los elementos estén en vínculo”, agregó.
Uno de los trabajos dónde más se vio reforzada esa idea fue en el exterior de un Vivero del Oeste: “Me gusta mucho pintar plantas y vegetación, justo ese trabajo me habían dado mucha libertad y pude hacerlo”. Macarena dibuja desde que tiene uso de razón y en la adolescencia comenzó a pintar murales cuando salía con amigos del barrio. Desde ese momento nunca dejo de hacerlo y ahora es su medio de vida.
“A veces la gente tiene una idea y la vamos trabajando juntos y armando una historia”, comentó Macarena. Su trabajo se caracteriza por el uso de colores saturados y contrastes que suelen llamar la atención de la gente. El tiempo que le lleva hacer un mural depende del tamaño y el diseño de la obra pero no suele ser menor a tres días. “No es lo mismo trabajar a nivel del suelo que en altura en un andamio”, agregó.
El impacto de la cuarentena y su vínculo con el Oeste
La pandemia fue la noticia que cambió la vida de todos en 2020 y Macarena no resultó exenta de este fenómeno. Al verse imposibilitada de salir a pintar a exteriores, emprendió otro camino. “Trabaje mucho los cuadros, dibujos en tinta, en acuarela, todo lo relacionado a pintura interior y ese tiempo me permitió reencontrarme con otras herramientas que me sumaron mucho”, describió.
La llegada de septiembre y la primavera trajeron cambios positivos. Tras la introspección y el trabajo de interior, Macarena volvió al ruedo para trabajaren las paredes del Oeste. “Extrañaba mucho pintar en grande y con la llegada del buen clima, muchos clientes empezaron a pedirme trabajos para sus hogares o comercios”.
Mali vivió en Ituzaingó y Castelar. Actualmente reside en Ramos Mejía y alquila un taller junto a una amiga en Morón. Además sus obras se pueden apreciar en Haedo y Padua. “El Oeste es mi casa y el lugar dónde anduve siempre. “Hay mucha gente haciendo cosas distintas y hay una movida muy linda que te permite mejorar”, comentó. Y se animó a proyectar aún más a futuro: “Tengo muchas ganas de viajar y así llevar el arte del Oeste a otras ciudades”. Arte, murales y colores en las manos (y el talento) de Macarena Mali.
Instagram: @Macarena.mali