En junio de 2020, cuando Argentina aún transitaba una cuarentena estricta, Ariel recibió una propuesta que cambiaría su rumbo: hacerse cargo del bar de un conocido. Así, el amante de los autos se embarcó en esta aventura llamaba “HopBeer”. Hoy en día se concreta en un bar de estética fierrera que recibió la “bendición” de Diego Valenzuela.
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En diálogo con Viví el Oeste, el emprendedor Ariel relató cómo fueron los comienzos de esta cervecería: “Surgió porque el pibe que estaba antes en el bar era un conocido mío de hace muchos años, yo había venido el día de inauguración, era una casona, el lugar se recontra prestaba para una cervecería”.
Ariel admite que “siempre fue del palo cervecero, fui birrero toda mi vida y yo venía con el tema de los autos, toda mi vida tuve compra venta de auto. En medio de la pandemia me lo ofrecieron y lo vine a ver con mi señora y lo armamos como un emprendimiento familiar”.
Por ello el matrimonio decidió darle un enfoque familiar. “En el fondo tengo un lugar para nenes. Siempre que buscaba un lugar para ir a comer tenía que ir a lugares que tengan para los nenes, y siempre le busque la vuelta que eso me vino más el bar por ese lado”.
Debido a su amor por los autos, la estética fierrera está presenta en esta casona que tiene entre 60 y 70 años con, por ejemplo, trompas de autos en los techos.
“Con los vecinos tenía problema el pibe de antes por la música, se quejaban de que ponían música a fondo, bandas, mucho quilombo. Cuando fui a hablar me junte con los vecinos, le comenté que la idea era no molestarlos y hacer las cosas bien. Hasta ahora no tuve problema porque no lo uso como boliche es un bar familiar”, relató Ariel.
La oferta gastronómica es otro punto que destaca a Hopbeer: Hay nueve hamburguesas con nueves panes diferentes entre multicereal, de papa, parmesano, semillas, remolacha, negro y más.
También hay broches veganos, picada caliente y fría, tabla de mar, langostino, rabas, mejillones y se implementarán las pizzas a pedido de los clientes. La oferta se completa con 20 canillas disponibles de diferentes cervezas, gin tonic tirado, y coctelería de autor.
Pero ¿Cómo fue comenzar el emprendimiento en pandemia? Ariel afirma que “fue loco porque arranqué en junio, me dieron la llave del local y era apostar a algo que di todo porque estaba siempre en tema de autos y cuando me ofrecieron di la parte mía a mi socio y yo me dediqué a esto, a esperar que se levante la pandemia”.
Poner a tono el bar también fue un desafío. “Lo armé con otro pibe dia y noche desde las 9 de la mañana hasta las 10 de la noche. Fue con un sacrificio enorme, eso es la parte más linda de todo este proyecto, que lo armamos nosotros, costó , llevo tiempo estuve 5 meses laburando pero bueno hoy en día esperemos que sigamos laburando como estamos laburando y que esto sea algo que pueda ser más importante de lo que es hoy, el nombre y la marca”.