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Ringo Starr: cinco discos para disfrutar su carrera post Beatles

Ringo Starr nunca tuvo fácil el reconocimiento como compositor. Al lado de tres bestias de la canción, su aporte como el corazón de Los Beatles quedó fraccionado a su habilidad innata para encontrar el ritmo necesario en cada canción. Sin lucimientos exagerados, fue la pieza fundamental para que cada clásico encuentre su forma definitiva.

Tras separarse la banda más grande de todos los tiempos, su carrera solista terminó de afirmar sus dones para la escritura y su capacidad vocal para transmitir sensaciones. La edición de Zoom In, su nuevo EP, nos da la posibilidad de revisitar su carrera, que comenzó dos semanas antes del anuncio de la separación del grupo y continúa expandiéndose año a año.

Ringo (1973)

La única reunión posible de los cuatro beatles en la década del ’70 sucedió en Ringo, el mejor álbum de su carrera solista. Con colaboraciones de George Harrison (”Photograph”, “You and Me (Babe)”), de Lennon (la brillante “I’m the greatest”) y de Paul McCartney (”Six O’Clock”), el disco terminó de confirmar el talento narrativo del baterista, que se luce en el hit “It don’t come easy” y que termina de inscribir su nombre en el panteón de grandes compositores del siglo XX.

Postcards from Paradise (2015)

Tras un par de años más interesado en girar con su All-Starr Band que en el lanzamiento de buenas canciones, Ringo encontró la estabilidad necesaria con sus compañeros de banda para lograr un álbum en el que sintetiza su pasión por hacer música, desde sus orígenes prebeatles con Rory Storm and the Hurricanes y un par de citas (al borde del cliché) a su banda de toda la vida.

Goodnight Vienna (1974)

Este álbum es una continuación de Ringocasi un lados B. Reclutó nuevamente a John Lennon para la composición del track inicial y convocó a un combinado de estrellas para que le den una mano. A saber: Elton John, Dr. John, Billy Preston (el quinto beatle durante 1969), Robbie Robertson de The Band y el compositor Harry Nilsson, de quien Ringo se convertiría en padrino de casamiento. El disco apela a la sensibilidad pop cancionera clásica del baterista y cierra el ciclo de buenos LP compuestos durante los ‘70.

Ringorama (2003)

La muerte de George Harrison, a finales de 2001, volvió a poner a Ringo en un eje virtuoso, del que se desprende la bellísima “Never without you”, la punta de lanza de un disco en donde actualiza su concepto de “canción popular” y, finalmente, suena relajado y sin forzar la máquina en busca de un hit. Con invitados estelares de la talla de Eric Clapton, David Gilmour y Willie Nelson, el disco vuelve a presentarle al baterista a una nueva generación de oyentes.

Beaucoups of blues (1970)

Tras un debut solista sin riesgos ni identidad, este segundo álbum encontró a Ringo ampliando sus influencias country (que ya había demostrado con los Beatles en “Act Naturally” y “Don’t pass me by”) en un tono vocal que le queda perfecto, que se inscribe entre la melancolía y la desesperanza. Este es el verdadero inicio de su carrera post Beatles y un paso arriesgado dentro de su carrera.

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